
Hasta hace poco España tenía buen modelo de Atención Primaria, reconocido internacionalmente por numerosas organizaciones y revistas sanitarias de primer nivel.
Esta situación fue la consecuencia de tres circunstancias históricas
1.- El fin de la dictadura y de su sistema sanitario, caduco y obsoleto, que en el caso de la AP suponía horarios de dos horas y media, sin apenas equipamiento ni acceso a recursos diagnósticos, atendidos por un personal escaso y sin formación en ambulatorios desvencijados en el medio urbano y de consultas de Atención Pública Domiciliaria en el medio rural.
2.- La Conferencia de la Organización Mundial de la Salud de Alta ATA que aprobó un nuevo modelo de salud Comunitaria basado en la Atención Primaria como eje del sistema, integral, comunitario y participativo.
3.- El acceso al gobierno de la izquierda que había asumido previamente estos planteamientos.
Elementos claves de esta reforma fueron
– El Real Decreto de Creación de Nuevas Estructuras de Salud de 1984.
– La elaboración y aprobación de la General de Sanidad de 1996.
– La creación de la Especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria.
– La existencia de un colectivo profesional de apoyo a la reforma como fue la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (SEMFYC), integrada fundamentalmente por los nuevos MIR y los profesionales que la impulsaron y la constitución de la FADSP, colectivos que tuvieron tuvo un gran protagonismo en el impulso inicial de la reforma. La SEMFYC fue pionera en el desarrollo de instrumentos y estrategias para promover la participación y el modelo comunitario (PACAP).
Entre los principales logros y avances de la Atención Primaria habría que destacar: