Por: Juan Antonio Sánchez Sánchez, Pedro Aparicio Alonso y Mario Soler Torroja, miembros de la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de la Región de Murcia (ADSP RM).
Fuente original: blogs.laopiniondemurcia.es
El pasado 17 de abril se presentó en rueda de prensa el Informe de la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de la Región de Murcia titulado El estado del malestar. Una mirada crítica a la situación social y sanitaria en la Región. Se trata de un documento que actualiza el realizado hace cuatro años con título “Murcia enferma de pobreza”, y que contiene propuestas de mejora del Sistema Sanitario público, dirigidas a gestores sanitarios, a partidos políticos y a organizaciones ciudadanas interesadas en la salud del ámbito de la Región de Murcia.
A los pocos minutos de su presentación se produjeron declaraciones de portavoces del Partido Popular de la Región de Murcia que calificaban el informe como falso (empleaban el anglicismo “fake”), sesgado, falto de rigor, con una intencionalidad política evidente, y que no incluía indicadores de calidad de los servicios sanitarios.
El Informe, de 35 páginas, se estructura en dos partes diferenciadas: la primera es un análisis de situación, y la segundo contiene las propuestas. El documento se fundamenta en un total de 43 referencias acreditadas, fiables y accesibles, de forma que hay una exhaustiva relación de las fuentes que se han consultado y de las que se han tomado los datos en los que se basa el texto.
Las fuentes más consultadas incluyen el Ministerio de Sanidad, y en concreto: a) los Indicadores Clave del Sistema Nacional de Salud (INCLASS); b) la Encuesta Nacional de Salud; c) el IMSERSO; d) el Ministerio de Hacienda; e) Función Pública en lo relativo a Contrataciones del Estado; f) el Consejo Económico Social de la Región de Murcia; g) la propia Consejería de Salud a través de la información del Portal Sanitario Murcia Salud; y h) asociaciones como la European Anti Powerty Network (EAPN) o la Asociación Estatal de Directores y Gerentes de Servicios Sociales.
Para el análisis de la situación hemos realizado un seguimiento comparativo de los indicadores mostrados en el Informe de hace 4 años, buscando en fuentes oficiales los datos más actualizados en varios campos previamente definidos: determinantes socioeconómicos, indicadores de estilo de vida, datos de mortalidad, de morbilidad, recursos sociales y recursos sanitarios. Tras este análisis, y basándonos en sus resultados, seleccionamos cinco áreas que consideramos prioritarias para elaborar propuestas, siendo la primera de ellas mejorar la gobernanza del Sistema Sanitario Público, con especial hincapié en la necesidad de mayor transparencia.
Las acusaciones vertidas de falsedad y falta de rigor sobre el Informe no están fundamentadas en ningún argumento o dato
Si en el enfoque de nuestra investigación nos centramos sobre todo en datos de resultados en salud que miden enfermedad y/o mortalidad, el informe Los servicios sanitarios delas Comunidades Autónomas de la Federación de Asociaciones en Defensa de la Sanidad Pública (FADSP), presentado poco después del nuestro, analiza además la calidad de los servicios sanitarios ofrecidos, entre ellos la satisfacción del usuario, y sitúa a la Región de Murcia en penúltima posición entre las diecisiete Comunidades Autónomas.
Nuestro trabajo ha sido realizado de forma independiente y totalmente ajena a la dinámica de los partidos políticos, pero reconocemos que sí tiene la clara intención de tratar de influir en las políticas de salud de la Región de Murcia. Sin entrar en políticas partidistas, intenta desde una visión crítica visualizar oportunidades para mejorar nuestro sistema sanitario público.
Las respuestas y la actitud expresadas por el Partido Popular parecen obedecer a una peligrosa tendencia del partido que gobierna la Región en los últimos 25 años: enrocado en el triunfalismo, refractario a la crítica e interpretando la exposición de datos que no le son favorables como un ataque político. Este comportamiento resulta coherente con lo mostrado en la gestión de la sanidad pública y reflejado en el primer apartado de las propuestas de nuestro informe: la falta de gobernanza y de transparencia.
El sistema sanitario público en la Región nos ofrece numerosos ejemplos de esta opacidad con la que se ha gestionado desde la Consejería de Salud en estas décadas. Una muestra clara son las listas de espera para pruebas diagnósticas, consultas de especialistas hospitalarios e intervenciones quirúrgicas. La información de estas listas de espera se actualizaba cada mes, pero en estos dos últimos años ha pasado a actualizarse cada seis meses, sin ofrecer ninguna explicación que justifique este cambio. Un tema muy grave son los más de 85.000 pacientes que están a la espera de ser citados, y para los que no consta una fecha concreta para ser atendidos, incumpliendo una instrucción propia que obliga a asignar fecha en el momento de solicitar prueba o derivación y sin que exista una explicación oficial de cómo se consideran en el cálculo de las demoras medias. No se ofrece información de las demoras en Atención primaria; para consultar con el Médico de Familia o el Pediatra, ni para ser atendido en el Centro de Salud Mental. Tampoco se informa de las agendas que están “cerradas” en cada momento: consultas que por saturación no admiten citas en ese momento, problema que cada vez es más frecuente. Gran parte de los pacientes en lista de espera son derivados a centros privados para su asistencia, sin que se conozca cómo se toman estas decisiones en cada área de salud.
Otro ejemplo muy opaco son las desviaciones entre lo presupuestado y lo gastado realmente, que alcanzó la cantidad en el año 2020 de 745 millones de euros (un 42% de lo presupuestado). Gran parte de esa desviación está provocada por los gastos en farmacia, que en el año 2022 superó, por primera vez, los mil millones de euros. No hay ninguna justificación para esa enorme desviación, a pesar de que numerosas inversiones anunciadas y presupuestadas, como la construcción de determinados Centros de Salud no son realizadas,
Como otras demostraciones de falta de transparencia podríamos citar que:
- No es pública la cartera de servicios concreta de los Centros Sanitarios, es decir, qué actividades se realizan en un Centro de Salud u hospital determinado y cuáles no.
- No se evalúan los programas y planes de salud. El último Plan de Salud abarcó el período 2010-2015, y posteriormente se han anunciado diversas estrategias y planes aislados, sin una evaluación previa.
- El Observatorio del Servicio Murciano de Salud, una buena iniciativa para ofrecer indicadores propios de salud y de actividad de los servicios, no se ha actualizado desde hace 4 años, siendo los últimos datos de 2019.
La falta de interés por la transparencia y por la participación ciudadana la vemos reflejada en que no se haya constituido ningún Consejo de Salud de zona básica de salud y en que los Consejos de Salud de Área no sean convocados regularmente y cuando lo son tienen un carácter meramente informativo de aspectos muy concretos y parciales, frecuentemente alejados de los temas de mayor interés para los ciudadanos. Sin embargo, el espíritu y la letra de la Ley les otorga un papel relevante en la toma de decisiones sobre el Plan de Salud y el Presupuesto del Área de Salud.
Hay que mejorar la gobernanza del Sistema Sanitario Público y debe tener más transparencia.
La proximidad de unas elecciones autonómicas hace que sea el momento adecuado para la rendición de cuentas del Gobierno Regional, para señalar qué aspectos de las líneas programáticas se han cumplido y cuáles no, para explicar por qué se ha incumplido en un 40% el presupuesto aprobado en la Asamblea Regional, por qué somos el Sistema de Salud autonómico con una mayor desviación entre lo presupuestado y lo gastado; y exponer por qué, tenemos indicadores de salud que están a la cola del Estado a pesar del gasto sanitario elevado de nuestra Región y a pesar de ser la Comunidad Autónoma más joven. Sin embargo, en los primeros meses de este año han sido numerosos los actos públicos protagonizados por responsables políticos de la Consejería de Sanidad y Servicio Murciano de Salud, que en vez de rendir cuentas son aprovechados para anunciar nuevos Planes y Estrategias en Atención Primaria o en Salud Mental, sin una evaluación detallada y objetiva de las anteriores.
Durante los dos últimos años pareciera que la combinación de triunfalismo, ausencia de autocrítica, opacidad, y tendencia a la propaganda, facilitada por asesores y numerosos corifeos, ha ido tejiendo un nuevo traje a medida de portavoces y responsables de este partido. Revestidos con este traje se permiten hablar creyéndose en posesión de la verdad y convencidos de que, gracias a su gestión, disfrutamos del mejor sistema sanitario del Estado y casi del mundo. Dan por supuesto que basta con la descalificación burda para que su opinión sea aceptada, sin darse cuenta de que, como en el cuento de Andersen, este nuevo traje es inexistente y que se muestran, sin vergüenza, en público desnudos de argumentos y con nula capacidad de aceptar la realidad.
Con la difusión de nuestro Informe, y de nuevo desde estas páginas, invitamos a despojarse de ese traje, pasando a la pausada reflexión y al debate de propuestas basado en argumentos. Este proceso de reflexión y debate, que es el propósito de nuestro informe, nos permitirá sin duda avanzar y mejorar la situación de la sanidad pública de nuestra Región de Murcia.
Juan Antonio Sánchez Sánchez, Pedro Aparicio Alonso y Mario Soler Torroja, miembros de la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de la Región de Murcia (ADSP RM).