
Viñeta: Javiñetas
Fuente original: noticiasobreras.es
La Sanidad Pública en los últimos meses está siendo un importante foco de movilizaciones sociales y profesionales, movilizaciones provocadas por su lamentable situación.
Aunque la pandemia demostró la importancia de un potente sistema sanitario público y así se reconoció por todas las administraciones, central y autonómicas, y casi todos los políticos, la realidad ha acabado demostrando que se trataba de declaraciones vacías de contenido real, y los aplausos mudaron en frustración.
A pesar de que resulta imposible resumir en pocas líneas los problemas de la Sanidad Pública, esquemáticamente estos pueden resumirse en los siguientes:
- Una financiación insuficiente (en torno a 1.000 euros por habitante y año menos que el promedio de la UE) y mal repartida (en 2023 una diferencia de 835 euros/habitante entre la comunidad autónoma con menor presupuesto, Madrid, y la que lo tiene mayor, Asturias); un gasto farmacéutico elevado (23,93%) que crece por encima de lo que lo hacen los presupuestos sanitarios públicos, especialmente la farmacia hospitalaria.
- Una Atención Primaria descapitalizada (con un presupuesto que no alcanza el 15% del gasto sanitario público, de nuevo con grandes diferencias interautonómicas), con falta de profesionales y con unas intolerables demoras en las citas (media 8,8 días) también con una gran presencia de las consultas telefónicas.