La Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Madrid (ADSPM) quiere expresar su preocupación ante los hechos conocidos en las últimas semanas que ponen de manifiesto, una vez más, los efectos negativos de las políticas de privatización impulsadas en la Comunidad de Madrid. Lo ocurrido no es un episodio aislado, sino una confirmación de lo que llevamos años señalando y es que la privatización genera opacidad, reduce la calidad asistencial y desvía recursos públicos hacia intereses privados, debilitando de forma progresiva el sistema sanitario público.
El caso del Hospital de Torrejón, gestionado de manera privada por Ribera Salud, con revelaciones que muestran cómo la empresa concesionaria priorizaba la reducción de costes asistenciales para aumentar beneficios, evidencia los riesgos inherentes al modelo de gestión privada. La ADSPM ha reiterado en múltiples ocasiones que la introducción de criterios mercantiles en la atención sanitaria conduce inevitablemente a decisiones donde el resultado económico se antepone a las necesidades de la población. Los hechos recientes lo confirman de manera rotunda.
Del mismo modo, la privatización de servicios que podrían prestarse con medios propios, como la atención al dolor crónico en el Hospital Infanta Leonor, reproduce un patrón que la ADSPM viene denunciando desde hace años, se debilitan deliberadamente los recursos del sistema público para justificar su sustitución por contratos privados, a pesar de que la evidencia disponible demuestra que estos procesos ni mejoran la eficiencia ni elevan la calidad asistencial. Lo que sí se incrementa es la mortalidad evitable.
A ello se suma una preocupante falta de transparencia. La suspensión de la publicación de auditorías, actas de seguimiento y otros datos esenciales impide cualquier evaluación rigurosa del funcionamiento de los centros privatizados. Esta opacidad no es anecdótica y forma parte del propio diseño del modelo privatizador, que evita la rendición de cuentas y hace más difícil la vigilancia ciudadana sobre el uso de los fondos públicos.
Mientras tanto, los problemas en la asistencia pública continúan agravándose con financiación insuficiente, plantillas tensionadas, Atención Primaria agonizando, centros de salud sin profesionales, incrementos persistentes en las listas de espera y situaciones de sobrecarga asistencial que afectan directamente a la calidad de la atención y a la seguridad de los pacientes. Es evidente que la continuidad de estas políticas no está orientada a mejorar el sistema, sino a desviar actividad hacia empresas privadas como Quirón y Ribera Salud que obtienen beneficios millonarios gracias a la financiación pública.
La ADSPM consideramos imprescindible revertir esta situación mediante una política sanitaria basada en la transparencia, la financiación suficiente y finalista, el refuerzo de la Atención Primaria de salud, incrementar las plantillas y la gestión pública directa. Resulta urgente paralizar las privatizaciones y recuperar lo privatizado, priorizando siempre el interés general y el derecho a la salud.
Lo ocurrido recientemente demuestra, una vez más, que nuestras advertencias no eran alarmismo, sino análisis fundamentados en la experiencia acumulada. La privatización no mejora el sistema sanitario, lo deteriora y lo encarece, y sus consecuencias ya están afectando de forma tangible a la población madrileña ¡Privatizar mata!
La ADSPM reiteramos nuestro compromiso de seguir defendiendo una Sanidad Pública universal, accesible, equitativa, transparente y de calidad, y continuaremos denunciando cualquier actuación que suponga un retroceso en estos principios fundamentales.
ASOCIACIÓN PARA LA DEFENSA DE LA SANIDAD PÚBLICA DE MADRID
9 de diciembre de 2025
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