Un año más la Consejería de Salud y el gobierno de la región presentan unos presupuestos en salud irreales, con 303 millones de euros menos que el gasto real ejecutado en 2020 y 132 millones menos que lo gastado en 2019. Si con las graves secuelas de la pandemia y el deterioro del sistema sanitario público se pretende gastar en sanidad bastante menos que lo gastado hace 4 años sólo cabe pensar en una intención de disminuir el gasto o bien en que se trata de un presupuesto irreal imposible de ejecutar.

 Siendo cierto que el presupuesto en salud para 2023 representa un incremento del 5,6% sobre el de 2022 también lo es que todas las CCAA lo han incrementado y que la Región de Murcia es la tercera CCAA con un presupuesto por habitante menor, de 1.534,64 euros, cuando la media para toda España es de 1.808,50 euros. Ver informe completo

 Es un presupuesto engañoso por varios motivos, siendo el más destacado que buena parte del presupuesto destinado a construcción de nuevos centros de salud no es realizable debido a que no ha salido a concurso su ejecución y que dados los plazos establecidos será imposible gastar lo presupuestado. Genera gran desconfianza que la Consejería anuncie un presupuesto que sabe no podrá ejecutar, Se anuncia como prioridad el reforzamiento de la Atención Primaria afirmando que se le destina un 22% del total presupuestado, pero ello es fruto de asignar de forma artificiosa a Atención Primaria gastos que nunca se habían asignado. Se asigna a Atención Primaria más de 147 millones de euros de gasto en recetas, muchas de ellas inducidas desde la atención hospitalaria, lo que nunca se había hecho en presupuestos anteriores, mientras que se infraestima el gasto hospitalario, incrementándose con ello artificialmente el porcentaje destinado a Atención Primaria, En contra de lo declarado por la Consejería, la inversión en gastos de personal, en Capítulo II y en inversiones en obras continúa siendo muy superior en hospitales que en Atención Primaria. El porcentaje de gasto destinado a Atención Primaria calculado con los mismos criterios que en el presupuesto de 2022 es del 15,2%, tan sólo un punto por encima del de 2022 y muy por debajo de lo anunciado en la Asamblea Regional y a los medios de comunicación.

 Los presupuestos no contemplan acciones prioritarias en el ámbito de la Atención Primaria como es la mejora de la atención a personas mayores vulnerables tanto en residencias como en los domicilios, la mejora en la coordinación con Salud Mental, el desarrollo de la atención comunitaria con participación ciudadana ni la incorporación de Salud Pública en las Gerencias de Área para el apoyo a la Atención Primaria en prevención y promoción de salud. Tampoco se contempla, un año más, la creación de Gerencias de Atención Primaria, medida necesaria para el imprescindible reforzamiento del primer nivel asistencial. Ver informe completo

 La Consejería de Salud lleva un año remitiendo las propuestas y reiteradas reivindicaciones de mejora de la A.P. a la promesa de un nuevo Plan para el Impulso y mejora de la Atención Primaria que se haría público en el presente mes de diciembre y se iniciaría en 2023. Sin embargo, están a punto de aprobarse unos presupuestos sin conocerse el tan anunciado Plan y su imprescindible memoria económica. En caso de publicarse, ya con retraso, cabe poner en duda la utilidad de un Plan sin presupuesto en su primer año de desarrollo y la credibilidad de la Consejería para su ejecución.

 Los presupuestos carecen de unas líneas programáticas y de acciones definidas para la mejora de objetivos en salud, y no contemplan una hoja de ruta ni un plan para la mejora del sistema sanitario público que tenga en cuenta los problemas de salud y factores de riesgo más prevalentes en una Comunidad con un 33,8% de la población en riesgo de pobreza o exclusión social. Ver informe completo

 Se trata de unos presupuestos irreales, engañosos y que generan desconfianza sobre las verdaderas intenciones del gobierno de la región. El positivo incremento de presupuesto para la creación de nuevas plazas, aun siendo insuficiente, hace posible el necesario reforzamiento de plantillas en los centros de salud, principalmente de médicos, pero ello obliga a que dichas plazas se creen y salgan a concurso en las primeras semanas del 2023 dada la proximidad de las elecciones autonómicas. Lo mismo ocurre para la ejecución de al menos parte del presupuesto para la mejora, reforma y construcción de centros de salud, siendo imprescindible que salgan a concurso público para su ejecución de forma inmediata. La desconfianza generada hace necesario exigir a la Consejería de Salud que haga público en el mes de enero un calendario realista para la ejecución de los presupuestos y para exigirlo y vigilar su cumplimiento será imprescindible continuar con la presión de ciudadanos y profesionales mediante las movilizaciones que se acuerden. 

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