Félix Payo Losa

El pasado mes fallecía en Asturias Félix Payo Losa, médico comprometido con la sanidad pública y la realidad social de su tiempo. Félix fue presidente durante muchos años de la Asociación para la defensa de la Sanidad Pública de Asturias (ADSPA) y uno de sus miembros más activos y representativos, Félix pertenecía a una generación de médicos jóvenes de los años setenta que participaron en la lucha contra el franquismo, no sólo como una exigencia vital y democrática, sino porque la medicina de entonces también estaba encerrada en los mismos anacronismos burocráticos y culturales que anclaban a toda la sociedad española.

Formado en el Hospital General de Asturias, desarrolló su vida profesional como neumólogo del Instituto Nacional de Silicosis, realizó la tesis doctoral sobre la neumoconiosis y colaboró activamente en las movilizaciones de los pensionistas de la mina para mejorar sus condiciones de vida y su asistencia sanitaria, ante una enfermedad como la silicosis, causante de una terrible epidemia en aquellos años en las cuencas mineras de Asturias.

Pero no podemos recordar a Félix sólo como un médico solidario, sin destacar su amor por el estudio y la biomedicina como ciencia. Experto en función pulmonar y en bioestadística, colaboró con el Dr Palenciano en la puesta en marcha del Laboratorio de Fisiología Respiratoria, un referente a nivel nacional. Su exigencia y rigor en el conocimiento de la ciencia médica se complementó con largas estancias en en hospitales extranjeros, como Edimburgo o Montreal, con múltiples publicaciones en revistas médicas del máximo nivel, con la participación en estudios europeos sobre asma y otras enfermedades respiratorias y muy especialmente con la puesta en marcha en Asturias de la Unidad del Síndrome de la Apnea del Sueño, enfermedad en la que fue pionero.

 

No es común que los médicos reflexionen acerca de los conceptos epistemológicos que subyacen a su práctica, pero Félix Payo ha sido, también en este caso, una excepción con una visión social de la medicina y una constante motivación por la divulgación científica, por acercar el conocimiento científico al conjunto de la ciudadanía, en relación con los riesgos para la salud de la contaminación ambiental y el cambio climático, un tema en el que era experto y sobre el que publicó numerosos artículos en los medios de comunicación asturiana, conferencias e intervenciones en foros públicos, en estrecha colaboración con los movimientos ecologistas.

Félix Payo ha sido antes que nada una buena persona, un admirado amigo, generoso en el trabajo y en su vida, siempre abierto a quien pudiera requerir su colaboración, muy querido por sus compañeros de medicina, enfermería y fisioterapia, con los que supo formar y trabajar en equipo.

 No es fácil glosar una trayectoria profesional y humana como la de Félix Payo, para nosotros sus compañeros y compañeras de la ADSPA ha sido un ejemplo y un estímulo en el camino hacia una sociedad mejor.