
La inteligencia artificial (IA) ¿sustituirá a los profesionales de la salud? Cuando nos hacemos esta pregunta, la respuesta automática es ¡NUNCA una maquina podrá establecer el tipo de relación humana que hay entre un profesional y su paciente!
Pero ¿de verdad creemos que esa relación no ha cambiado en las últimas décadas?
Se habla de la desaparición necesaria del sujeto-paciente en aras a la objetividad, de protocolos de buena práctica basados en la “ciencia”, de “procesos asistenciales” donde lo importante es hacer ”correctamente lo correcto”. Usamos ordenadores que compiten con el paciente por la mirada del profesional. En un contexto de tiempo escaso y presión asistencial la defensa del sanitario es pedir muchas pruebas complementarias.
A eso le llamamos deshumanización y se crean departamentos para enfrentarla.
Muchas medicinas, poca escucha, poco saber.
Nos enseñaron que el “que hacer” clínico salta del paciente, (lo particular) al diagnóstico de enfermedad (lo general) y este es la base para prescribir un tratamiento adecuado que se personaliza en el paciente (lo concreto). Antes del desarrollo a gran escala de los ensayos clínicos y la aparición de la medicina basada en la evidencia (MBE), el salto de lo general a lo concreto era borroso y dependía del “saber hacer” del terapeuta: no hay enfermedades sino enfermos nos decían. Pero la MBE ha convertido en ciencia positiva a la salud y ha pretendido disminuir la variabilidad de la práctica clínica con una respuesta estandarizada a los problemas (eso lo hacen mejor las máquinas). Su validez depende de la habilidad del clínico para realizar un diagnóstico preciso y de la capacidad del terapeuta para aplicar el protocolo.
Lo que pasa es que no es cierto que cada consulta lleve aparejado un DIAGNOSTICO, y que frente a un diagnóstico concreto solo haya una mejor forma de resolver el problema. Los que trabajamos en Primaria sabemos que la mayor parte de las demandas asociadas al sufrimiento mental no encajan en el modelo, tampoco el dolor crónico o los síntomas que no tienen “explicación” medica. No podemos tratar a un “sin techo” con protocolos. Por eso las realidades complejas que se abordamos precisan de otro enfoque.
El enfoque generalista es la base de la práctica centrada en la persona y tiene como “objetivo principal mantener, restablecer o mejorar la capacidad del individuo para enfrentarse en las mejores condiciones a la vida diaria… las pruebas científicas son sólo una de las fuentes de datos que se puede usar. Los generalistas utilizan el razonamiento para generar una explicación individualizada de la enfermedad. La pregunta subyacente es: «¿Debo diagnosticar a esta persona de la enfermedad o factor de riesgo? ¿Mejorará la capacidad para enfrentarse a la vida diaria etiquetarla con este diagnóstico?” (Joanne Reeve Scholarship-based medicine: teaching tomorrow’s generalists why it’s time to retire EBM. British Journal of General Practice 2018; 68 (673): 390-391. DOI: https://doi.org/10.3399/bjgp18X698261).
Este marco generalista reconoce una nueva jerarquía del conocimiento, donde la interpretación cualificada profesional ocupa el primer lugar y define la práctica de calidad.
Entonces los generalistas ¿no hacemos “medicina científica”? Por supuesto que la hacemos: usamos la mejor ciencia como fuente de información y reconocemos que hay muchos problemas de salud (en atención primaria y en hospitalaria) que se traducen en actuaciones estandarizadas según la mejor evidencia científica.
Pero el mantenimiento y aplicación de la práctica generalista es la respuesta necesaria ante las anomalías que la superespecialización o la práctica descontextualizada de la MBE no soluciona (síntomas sin explicación médica, los problemas emocionales cotidianos, multimorbilidad) o lo hace con un balance negativo (polimedicación, medicalización, sobrediagnóstico y sobretratamiento o iatrogenia).
En este día de la Atención Primaria hay que decir alto que el enfoque generalista es una de nuestras señas de identidad que protege a la sociedad y que nos aleja de ser sustituidos por la IA. Somos los necesarios profesionales de cabecera.
Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública
10 de abril de 2025
Descubre más desde FADSP
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.