
Por: Joan de Pedro y Jose Manuel Aranda
Fuente orginal: diariomallorca.es
27 de septiembre de 2025
Aunque parece que es un tema del que ya se ha dicho todo, en las últimas semanas han ocurrido hechos que consideramos importantes comentar.
El primero es la publicación el día 15 de septiembre de las listas de espera de atención hospitalaria. Resulta que el fenómeno sigue imparable aumentando año tras año a pesar de todos los ineficaces planes de choque: 100.665 ciudadanos esperando. 85.241 para la consulta del especialista hospitalario (42% con una demora superior a dos meses) y 15.424 para una intervención quirúrgica (17% con una demora superior a 6 meses).
El segundo es el artículo en prensa de Patricia Gomez, ex consejera de salud del PSOE durante 8 años y responsable de la situación de la sanidad pública Balear en las dos legislaturas anteriores. La señora Gomez se escandaliza de la demora, diciendo eso de que ¡detrás de cada demora hay personas! y llamando dramáticamente a la Conselleria de Salut para que «deje de mirar atrás, de culpar a los otros … reconozca los problemas y trate de encontrar soluciones». Acabando con un llamamiento «La sanidad pública, tan valorada por la ciudadanía, no se puede deteriorar más». Eso mismo hemos considerado nosotros siempre, también durante los 8 años en los que ella no encontró las soluciones para las listas de espera.
Porque hay algo común de la actual consejería con la anterior: la afirmación de que el sector privado es complementario al sector público. ¡Menos mal que existe la privada que nos alivia de las esperas insoportables! Pues a pesar de que Balears junto con Madrid y Cataluña son las comunidades con más alta privatización de los servicios sanitarios públicos del Estado, el problema se agrava año tras año, tanto con gobiernos del PP como con gobiernos del PSOE.
Nuestra opinión es que la privatización no es la solución sino la causa de las listas de espera. Está demostrado que la sanidad privada hace parte de su negocio con las listas de espera de la sanidad pública. Está también descrito que el camino de la privatización son las políticas de recortes y el abandono de la gestión que aumentan las listas de espera, el deterioro de instalaciones y el descontento de los profesionales.
La ofensiva ideológica sobre la necesidad de modelos complementarios público-privado ante la «insuficiencia de la pública», justifican conciertos que son formulas mixtas de gestión ensayados ya en otros países como el Reino Unido desde tiempos de M. Thatcher, con fracasos estrepitosos.
Mientras a los jefes de servicio y a los profesionales de la sanidad pública no les cuestionen su compatibilidad con la privada, será imposible gestionar unas listas de espera, que necesitan de políticas que recompensen la dedicación exclusiva y lleven a cabo los cambios estructurales necesarios para abordar y gestionar un problema que está abocando a la población a entender que deben complementar el aseguramiento público con el privado.
Queremos recalcar que detrás de la inocente palabra complementar se esconde otra más amarga que es privatizar, es decir perder el derecho constitucional del derecho universal a la salud, en definitiva, hacer negocio con la vida y la muerte de los ciudadanos.
Señoras conselleras de Salud de Balears, los ciudadanos estamos un poco hartos de que ustedes utilicen la lista de espera para justificar modelos que han demostrado durante años su ineficiencia para resolver el terrible tema de las listas de espera. Nos gustaría que reconocieran su error al calificar al sector privado como complementario y pongan en marcha políticas de eficiencia del sistema sanitario. Lo contrario son graves errores que «pagaremos» muy caro. Porque está demostrado que privatizar los servicios sanitarios públicos, aumenta la desigualdad y el sufrimiento de la población y parece que su obligación debería ser otra, ¿o no?
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