La Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública considera como un gravísimo atentado a la salud de la población de Gaza el terrible ataque que esta sufriendo a manos del gobierno y ejercito israelí.
Los bombardeos indiscriminados de la población de Palestina, con cientos de muertos y heridos es algo impropio de un gobierno civilizado. A pesar de ello el gobierno de Israel mantiene importantes apoyos en una Unión Europea que surgió como respuesta a los enfrentamientos entre países que fueron los responsables de la última guerra mundial y en la que el pueblo judío fue masacrado por el nazismo.
Estos ataques militares suponen uno de los mayores atentados a la salud de una población, equiparables a las masacres del pueblo judío por el nazismo o a los genocidios de la población kurda, armenia o camboyana.
La agresión a la población palestina es la continuación y exacerbación de la política de confinamiento de centenares de miles de personas en una estrecha franja de tierra de la que es imposible salir; de los embargos de alimentos, medicamentos y productos sanitarios; destrucción de hospitales, centros de salud; recortes en los servicios públicos esenciales para la vida como el agua, electricidad o los alimentos; del derribo de viviendas familiares con la expulsión de sus habitantes; la destrucción indiscriminada de calles, redes de saneamiento o de escuelas. Esta situación es una vuelta a los asedios medievales como medios para acabar con pueblos y ciudades (con sus habitantes dentro) y afecta a niños, mujeres y ancianos, que son incapaces de atacar y/o de ser un peligro para unos de los ejércitos más poderosos del mundo.
Mientras Israel es uno los países occidentales donde la respuesta a la epidemia de la COVID ha sido más intensa gracias a la generalización de la vacunación, la población palestina ha sido privada de la misma, lo que supone un atentado a la salud colectiva y una burla del principio de humanidad y de la legislación internacional.
Estamos asistiendo horrorizados al genocidio de una población pobre e indefensa por motivos étnicos y religiosos. Sin embargo la Unión Europea sigue admitiendo a Israel como socio económico preferente con el que compartimos eventos científicos, culturales o deportivos, como si fuera un estado civilizado más, pese a su comportamiento asimilable al de los países terroristas y genocidas, gobernados por fanatismos religiosos o ideológicos que desprecian los derechos humanos y las vidas ajenas.
Como colectivo sanitario consideramos que ha llegado el momento de hacer frente a esta barbarie y exigimos a las autoridades europeas que dejen de mirar a otro lado y hagan frente a este comportamiento incompatible con el derecho universal a la vida y a la salud, impropio de una comunidad de países civilizados. Evidentemente lo primero que hay que exigir es un inmediato alto el fuego y permitir la llegada de ayuda humanitaria a la zona.
Israel no puede seguir siendo nuestro socio privilegiado si no cesa en su política de agresión al pueblo palestino, al que queremos hacer llegar nuestro apoyo y solidaridad.
Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública
20 de Mayo de 2021