Unos presupuestos irreales e insuficientes, que no incrementan plantillas en Atención Primaria y que no permitirán mejorar la atención sanitaria en el primer nivel.

El proyecto de Ley de presupuestos de la Consejería de Salud para 2022 no resulta creíble ya que, como otros años, el gasto real superará en mucho lo presupuestado. En el año 2019, antes de la pandemia, el gasto consolidado en materia de sanidad superó en un 30% al que se había previsto en el presupuesto, con un total de 565 millones de euros por encima de lo previsto y 237 millones más que lo presupuestado para 2022. Lo presupuestado para Atención Primaria en 2022 son 25,6 millones menos que el gasto real consolidado en 2019 cuando además la población a atender en la Región se ha incrementado en casi 25.000 personas entre los años 2019 y 2021.

Los datos demuestran que el proyecto de presupuesto se realiza más como un trámite parlamentario de obligado cumplimiento que como un esfuerzo de ajustar y planificar las cuentas de nuestra sanidad pública. Los presupuestos no contienen partidas que permitan incrementar las plantillas de los Centros de Salud, por lo que la ratio media por profesional en atención primaria de diciembre de 2020, con 1 médico/a de familia por cada 1.451 habitantes (el 46,8% con más de 1.500) y 1 enfermero/a por cada 1.733, empeorarán aún más a finales de 2022 por el incremento de población. Son ratios que se han demostrado totalmente insuficientes con el aumento de carga de trabajo por la COVID-19 y sus secuelas y por la necesidad de recuperar la atención ahora prioritaria a pacientes crónicos, ancianos y otros grupos vulnerables. Los 3 millones de euros tan publicitados por la Consejería destinados a ampliación voluntaria de jornadas de trabajo por las tardes de médicos de familia y pediatras, en vez de para ampliar las plantillas, servirán únicamente para cubrir una pequeña parte de las ausencias por vacaciones y bajas laborales que actualmente se cubren en el mismo horario doblando consultas. No se contemplan partidas similares para otras categorías profesionales de Atención Primaria también sobrecargadas.

El presupuesto para COVID-19 en 2022 supone una cuantía muy importante, con un total de 174 millones de euros, pero muy inferior a lo invertido en 2021. En refuerzos de personal se prevé una reducción del 57%, lo que supondría el despido de 761 trabajadores contratados eventualmente. Una decisión arriesgada dada la evolución que estamos observando de la pandemia durante estas semanas.

El gasto en Farmacia supone más del 25 por ciento del presupuesto, con una importante desviación anual del gasto consolidado y no se concreta ninguna medida para racionalizarlo. La reducción del gasto en este apartado permitiría realizar las inversiones en mejora de la Atención Primaria que en este informe se proponen.

En la construcción de Centros de Salud presupuestada no se abordan todos los Centros previstos en el Programa de Acción para el Impulso y Mejora de la Atención Primaria para el período 2018-22 (PAIMAP), del Servicio Murciano de Salud, con previsión de inversiones por valor de 20,5 millones de euros que no se incluyen en el presupuesto para 2022. La inversión en Tecnología en Atención Primaria supone sólo el 1,3% del total previsto en inversiones dirigidas a la mejora de procedimientos diagnósticos o intervencionistas, cuando en los Centros de Salud y Consultorios del Servicio Murciano.