
Esta guerra además está teniendo un impacto sobre la salud del planeta y el conjunto de sus habitantes, no solo por la crisis económica que parece va a provocar, sino además por el encarecimiento de las materias primas y los combustibles fósiles.
Por FADSP.
Fuente original: nuevarevolucion.es
La guerra es lo contrario de la salud. Desde hace tiempo la OMS viene señalando que la paz es la premisa fundamental para la salud. No se trata solo de las lesiones causadas directamente por el conflicto bélico, las heridas y los traumatismos que presentan los combatientes y con frecuencia la población civil. Aunque muchas declaraciones y convenciones señalan que la población civil debe quedar exenta de los daños directos de las guerras, la realidad es que nunca sucede así, a veces por errores, pero casi siempre por una intencionalidad clara de los contendientes que asumen que la población civil es una parte importante en el mantenimiento de los conflictos, por ejemplo, de la producción, y que su desmoralización es un arma efectiva para doblegar a los contrarios. No se trata de hacer una lista exhaustiva, pero así sucedió en la 2ª guerra mundial, en la guerra de Vietnam, en la de la exYugoslavia, en Irak, en Siria, Afganistán o Libia por poner solo algunos ejemplos conocidos.
El segundo efecto es el indirecto, no menos lesivo para la salud de las personas, la destrucción de infraestructuras básicas, la perdida de recursos económicos, de las cosechas, de las cadenas de distribución de las fuentes de electricidad, del agua potable, etc. Luego las migraciones de población y las agresiones a la población civil por parte de los combatientes o de otros sectores de población, y por supuesto los daños para la salud mental que causan los peligros continuos, la perdida de familiares, etc. Pero las cosas pueden ponerse aún peor y cuando se prolongan suelen ir acompañadas del hambre y de la propagación de enfermedades infectocontagiosas (tifus, etc.) ligadas a la malnutrición, la falta de higiene, el hacinamiento…
Como siempre las guerras penalizan más a las personas más vulnerables, las más pobres, las que tienen más problemas de salud y más discapacidades, a las más mayores, y a los niños, porque en esto también unos son más iguales que otros.
Esta guerra además está teniendo un impacto sobre la salud del planeta y el conjunto de sus habitantes, no solo por la crisis económica que parece va a provocar, sino además por el encarecimiento de las materias primas y los combustibles fósiles, de los que deberíamos habernos independizado para contener la emergencia climática, y también por el incremento de gasto militar, un dinero que va a detraerse de las tan necesarias políticas sociales.
Decía Clausewitz que la guerra es la continuación de la política por otros medios, desgraciadamente la política no está funcionando en este caso, por eso sería urgente el recuperarla y ser capaces de parar la guerra en Ucrania porque su continuación no solo supondrá grandes perjuicios para los ucranios, sino también para los invasores y para el resto de la población mundial. Como dijo John Lennon tenemos que darle una oportunidad a la paz.