
Recientemente, a finales de marzo de 2025, el Ministerio de Sanidad ha hecho pública la Estadística de Gasto Sanitario Público correspondiente a 2023, y ante la misma desde la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública tenemos que hacer las siguientes consideraciones:
Resulta llamativa la tardanza en la publicación de estos datos, más de dos años después del cierre del ejercicio, lo que supone una falta de transparencia de la administración pública que venimos señalando reiteradamente. Este retraso contrasta, por ejemplo, con los datos sobre gasto farmacéutico, que están disponibles mucho antes. Se necesita contar con información actualizada para una planificación sanitaria eficaz, y este es un aspecto en el que el Ministerio de Sanidad debe mejorar significativamente.
A pesar de ello, resulta imprescindible analizar los datos, que evidencian la crónica infrafinanciación de la Sanidad Pública. En 2023, el gasto sanitario público supuso un 6,5% del PIB, continuando su tendencia descendente desde el 7,4% de 2020. Esta caída porcentual se produce a pesar del incremento nominal del gasto (97.661 millones de euros), porque el crecimiento del PIB es mayor.
El gasto de las Comunidades Autónomas sigue representando la mayor parte del GSP, con un 93,2% del total y un gasto sanitario per cápita medio de 1.890 €, aunque con una gran variabilidad territorial: desde 1.648 € en Andalucía hasta 2.208 € en el País Vasco.
Desde la perspectiva funcional, persiste el predominio de la Atención Especializada, que absorbe un 61,0% del gasto total, mientras que la Atención Primaria apenas representa un 14,3%, y los servicios de salud pública caen hasta el 1,7%, descendiendo respecto al 3,0% de 2022. Es reseñable que en el gasto de salud pública se incluyen partidas como la vacunación, lo que lo puede sobredimensionar artificialmente.
También preocupa el crecimiento sostenido del gasto en conciertos con entidades privadas, que alcanzan los 9.800 millones de euros, representando un 10,0% del total del gasto sanitario, frente al 8,7% de 2020. Este incremento refleja la consolidación de políticas privatizadoras que debilitan el sistema público.
En cuanto al gasto farmacéutico, el informe contabiliza el gasto en recetas como un 14,3% del total, pero si añadimos el gasto hospitalario, como muestran otras fuentes del propio Ministerio de Hacienda, el gasto farmacéutico total en 2023 se eleva al 24,1% del GSP, manteniéndose en niveles muy elevados respecto a países de nuestro entorno.
En resumen, persisten los problemas estructurales que venimos denunciando desde hace años: Infrapresupuestación persistente, aumento sostenido de los conciertos sanitarios con el sector privado, elevado gasto farmacéutico y escasa financiación para la Atención Primaria y la Salud Pública.
Estos datos confirman el deterioro progresivo del Sistema Nacional de Salud y la necesidad urgente de que los responsables políticos adopten medidas decididas para revertir esta situación. No hacerlo supone continuar degradando un bien común imprescindible como es la Sanidad Pública.
13 de mayo 2025
Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública
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